Las estrategias de innovación deben comenzar desde el modelo del negocio. Esto aplica tanto a empresas ya establecidas tamaño Fortune 500, como a MiPyMES de reciente creación, pues los emprendedores e innovadores se encuentran en cualquiera de éstas organizaciones.
En los últimos años se han acuñado términos (más comúnmente utilizados en el idioma inglés) para referirse a los emprendedores dentro de una empresa grande, a los emprendedores sociales y a los medioambientales. Dentro de las empresas grandes, a los emprendedores se les conoce con el término de “intrapreneur”, porque son emprendedores que desarrollan sus proyectos dentro de la empresa para la que trabajan. El “ecopreneur” describe a los emprendedores que intentan desarrollar procesos de negocio siempre que respete e integre responsablemente los recursos naturales, como podría ser un emprendedor desarrollando productos de madera plástica, como sustituto de maderas. Y finalmente, el término de “sociopreneur” se refiere a emprendedores que desarrollan proyectos con un fin social; un ejemplo de sociopreneurship son los proyectos que involucran temas de comercio justo.
En la pasada edición de la Semana del Emprendedor en Centro Banamex hubo una gran cantidad de personas que asistieron al evento. Fue gente de toda la República Mexicana e incluso algunos extranjeros. También hubo una amplia oferta de empresas y consultoras que hablaban acerca de innovación y otras tantas de sustentabilidad. Es claro que el espíritu creativo y emprendedor del mexicano siempre ha estado presente en nuestra cultura. México ha sido y es un país de gente con muchísimo talento -que se puede llegar a traducir en innovación- … sólo que no lo hemos llamado “emprendedurismo”, sino “creatividad”, o en su defecto “ingenio mexicano”. Y a pesar de tanto talento que encontramos en nuestro país, ¿por qué queremos seguir emulando formas de desarrollar proyectos de otras latitudes? México no está innovando, o al menos no lo suficiente. El Global Innovation Index calificó a México número 63 en innovación de un total de 72 países. Es importante mencionar que no es el desarrollo de procesos y productos lo que requiere todos los caballos de fuerza de la innovación, sino el modelo del negocio mismo, la raíz y cimientos del negocio. De hecho, los nuevos modelos de negocios requieren forzosamente de una innovación de pensamiento.
El generar nuevas formas de pensar es la semilla de la innovación. Y para ello se requieren cuatro elementos para desarrollar una nueva forma de pensar y lograr empresas más sustentables:
1. Liderazgo Propio: alejarse del pensamiento de el “hacer negocio por el negocio mismo”, sino construir un liderazgo propio y donde la compañía/marca/producto simbolice y esté asociado a un conjunto de valores que inspiran a otros.
2. Defragmentar “Crecimiento”: un pensamiento que redefina, rediseñe y reconceptualice “crecimiento” para darle un nuevo sentido donde se integren variables no ordinarias en el lenguaje y mundo de los negocios, como por ejemplo indicadores de felicidad y salud.
3. Colaboración y Alianzas: si bien, las ventajas competitivas siempre serán clave para que las organizaciones logran un posicionamiento en el mercado, también se requiere de innovación de pensamiento para ver que las posibilidades de colaboración y alianzas toman un lugar más protagónico.
4. Entender Sustentabilidad: por último pero no menos importante, se requiere de innovación de pensamiento y apertura para entender lo que es la sustentabilidad. Más allá del reciclar, reforestar, etc., es entender las condiciones mínimas básicas para crear las condiciones de un planeta sustentable.
Referencias: Expok News. (06 de diciembre de 2013). Expok News. Recuperado el 08 de enero de 2014, del link
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